Comunicado de los MRP de Madrid
Las organizaciones internacionales como la OCDE, auténtico ministerio mundial de educación, y el Banco Mundial hoy tienen la capacidad de imponer las reformas y la agenda educativa de gran parte de los países. Ellos han logrado que ante las insuficiencias de los sistemas educativos el neoliberalismo se presente como la solución haciendo de la evaluación-control el instrumento clave de sus políticas. Así debemos comprenderla en el interior de esa política que persigue unos objetivos determinados y solo beneficia a algunos, por eso lo importante es el sentido de las políticas a las que presta servicio. Podemos hablar del dominio del Estado-evaluador frente al Estado-educador.
La rebelión contra las pruebas externas o reválidas se extiende fuera del ámbito escolar llegando a diferentes instancias administrativas y políticas. Quizás sin el efecto necesario dada la situación de excepcionalidad política que vivimos. Ya son doce las comunidades que han manifestado que no harán las pruebas de 3º y 6º de Primaria impuestas por la LOMCE, basándose en la suspensión de la aplicación de esta ley aprobada en el Congreso. La contestación en el seno de los centros educativos es una realidad creciente por todo el estado. Aumentan los centros insumisos y las familias que se niegan a participar en esta práctica de política educativa, dedicada a minar a la escuela pública y a potenciar las políticas neoliberales más antipedagógicas, antieducativas, privatizadoras y mercantilistas.
Constatamos que en los años en que se han aplicado en la Comunidad de Madrid, desde 2006, sólo han servido para elaborar el ranking de centros; esto ha facilitado el traslado de las familias, con la manipulación de la libertad de elección de centro, a la escuela privada concertada y así seguir dando consistencia a la privatización progresiva de la educación.
Reprobamos las pruebas externas por diversas razones. Por ser la expresión más palpable de la sumisión del sistema de enseñanza a los intereses de la sociedad de mercado y de rendimiento donde todo ha de ser medido y comparado para competir. Por su carácter engañoso pues no sirven para hacer un diagnóstico que lleve a apoyar a los centros que más lo necesitan y a mejorar los procesos educativos. Por su ineficacia para conocer las carencias de las políticas educativas y de las necesidades reales de los centros educativos. Por significar una deslegitimación y falta de confianza en el profesorado al no tener en cuenta sus procesos de evaluación continua en el aula. Por ignorar la diversidad del alumnado y su contexto. Por ser un elemento de presión y estrés innecesario para la infancia y la adolescencia. Por no promover el aprendizaje sino a pasar los exámenes. Por el negocio que son estas pruebas para las empresas que se dedican a ello… De esta manera las escuelas acaban convirtiéndose en academias de preparación de los exámenes externos para quedar en un buen puesto en la competición anual.
Los MRP seguimos promoviendo el movimiento de contestación a la LOMCE y a las reválidas que impone. Queremos manifestar nuestro apoyo a las movilizaciones convocadas para estos días. Defendemos a los centros y a las familias que deciden no hacer estas pruebas, a la vez que asumimos nuestro compromiso con una escuela pública democrática en la que la evaluación sirva para mejorar los procesos educativos y la calidad de la educación para todas las personas.
Madrid, 3 de mayo de 2016